Los míos, casi todos ellas, han sido un refugio amable durante este curso. Es verdad que no ha sido fácil enfrentarnos a los hexámetros homéricos, discutir con participios y aoristos radicales, batirnos con patronímicos y epítetos formulares. Pero al final hemos ganado ¿verdad? Y podemos decir que tenemos algo exclusivo: comprendemos los inigualables versos de Homero en su propia lengua, sin intermediarios.
nuestra propia versión de La primavera de Lawrence Alma-Tadema |
No siempre ha habido caras tan felices como en La primavera, pero sabemos que vamos a añorar estos meses, aunque sea muy bueno lo que os espera.
Yo echaré menos la repetición de las explicaciones, algún que otro "desayuno de trabajo", el "no me va a dar tiempo", el "ponlo fácil", el "repite otra vez que no me ha dado tiempo a copiarlo", el "¿puedes mirarme esto a ver si está bien?". De todos vosotros he recibido confianza y cercanía. Los lazos que hemos creado no se borrarán con el paso de los años, sólo se difuminarán, como los de hospitalidad que atan a los héroes homéricos, y surgirán en cada visita que nos hagáis.
Así que, mucha suerte a este nuevo lote de "homéridas": a Sandra muy-experta-en-Ilión, a Rahba la-que-habla-en-susurros, a la sosegada Rebeca, a María de apacible sonrisa, a Bárbara rica en constancia, a la siempre-esmerada Laura, a Hollie la-que-nos-vino-de-Albión, a Ángela animada-por-fin, a Nuria de risa vibrante, a la silenciosa Ana, a Ángel el bienhallado, a Natalia la que danza en corro, a Blanca que disfruta con las bromas, a la carialegre Susy, a Elena favorecida con la manzana de oro, a Mª José la felizmente-recobrada y a Robert, nuestro arconte basileus.
Me consta que Emma la-que-enseña-como-una-madre dice la verdad. Felicidades a todas y todos los homéridas que en el mundo han sido y buena travesía.
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