- trabajar el vocabulario, mejor en voz alta e intentando encontrarle relación con las palabras castellanas que han derivado de las griegas,
- volver a hacer algunos de los ejercicios del cuaderno (sin mirar las soluciones) y comprobar después en qué os habéis equivocado,
- estudiar la jornada diaria de un griego, con sentido lógico y sin demasiada memorización.
Para quien ha hecho todo esto a diario, la tarde será relajada.
Para los que necesitan algo más de práctica aquí hay ὈΡΑΘΙΟΝΕΣ para repasar y sus soluciones.
Que la diosa os inspire.