Parece que la pasión que sentimos por los personajes y los acontecimientos que cantó para nosotros el poeta ciego no es tan minoritaria como puede parecer a nuestras autoridades educativas. Troya nos sale al encuentro estos últimos días desde las Falla Na Jordana en Valencia. Un caballo de madera de 12 metros de alto ha sido conducido entre antorchas y tambores por los componentes de la falla vestidos de griegos hasta el lugar de la
plantá. La
invasión troyanaha incluido el descendimiento del caballo de "guerreros" falleros y el recitado de algunos versos de Homero. Una nueva reivindicación de la herencia a la que nos negamos a renunciar.
Pero dejamos la fiesta y volvemos a clase. Ahora para situar los pasajes de la Ilíada en los que estamos trabajando, traduciéndolos, midiéndolos, comentándolos, en su ambiente dentro del argumento de toda la obra.
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