Un día espléndido, de nuevo, en el Festival de Cartagena.
Buen tiempo, mejores argumentos, estupendos montajes, actores que parecen profesionales, convivencia perfecta y ... hasta el año que viene.
Todos echamos de menos a Ricardo Alarcón, incluso los alumnos que no lo conocían por su nombre. El mejor homenaje que podíamos hacerle fue un auditorio lleno de jóvenes estudiantes de Secundaria, dispuestos a conocer el teatro griego y latino.
Sólo echamos de menos a Eurípides en estado puro. Esperábamos su poética y solemne Medea, la que habíamos trabajado en clase, y encontramos una Medea compuesta de otras versiones del personaje, quizá más humana, pero que no nos suscitó la catarsis que habíamos logrado con el texto.
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