Entre sirenas seductoras y monstruos devoradores, hemos descubierto a las mujeres (y las diosas) que aman a Odiseo y buscado a los personajes de los cuentos populares en los versos de Homero.
Ha sido mucho más que un examen; quizá la primera parte de la obra se entiende ahora mejor y las aportaciones de los alumnos que la han leído han ilustrado a los que "no han llegado al final". Eso sí, lo hemos hecho bebiendo -aunque no vino mezclado en cratera-. Sólo nos ha faltado la libación a Dioniso, pero no queríamos manchar el suelo del aula.
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