¿Quién había dicho que los de griego o latín no podíamos aportar nada a las actividades de Santo Tomás sobre la aeronáutica? Es que no nos conocen. Ni a nosotros, ni la genial imaginación de los griegos que nos inspira.
¿Es que no soñaron ellos con volar? Sí, desde sus divinidades aladas hasta sus ingenios para remontar el vuelo. El cielo, el αἰθηρ, lo anhelaron desde siempre.
Así que aquí tenéis a nuestras "Iris" o a nuestras Νίκαι particulares. Porque está claro, por su belleza, que no se trata de sirenas o de harpías.
Esto es categoría.
Para quien no pudiera visitar nuestra actividad, os contaremos que nos inspiramos en Dédalo, el ingeniero de las primeras alas, y en su laberinto. Así, pedimos a nuestros alumnos que participaran por parejas: que una se convirtiera en Ariadna y otro en Teseo. Él tenía que entrar en el laberinto y conseguir el trofeo, pero con los ojos vendados. Ella, con un hilo, esperaba en la entrada y con sus instrucciones lo guiaba. Y el terrible Minotauro acechaba en cada pasillo.
¡Seguro que no queda un alumno en el centro que no conozca el mito de Teseo y el Minotauro!
No hay comentarios:
Publicar un comentario